miércoles, 26 de noviembre de 2014

¿QUIEN ERA EDWARD BACH?

“El conocimiento de la verdad también nos proporciona la certeza de que, por muy trágicos que puedan  parecer algunos eventos del mundo, sólo constituyen una etapa temporaria en la evolución del Hombre. Incluso la enfermedad es en esencia beneficiosa y se presenta bajo el control de ciertas leyes establecida para ocasionar finalmente el bien, ejerciendo una presión continua hacia la perfección.”  Edward Bach.

 

Dr. Edward Bach (1886-1936)

Nació el 24 de Septiembre de 1886 en Moseley, Birmingham, en una familia de origen galés que dirigía una fundición de latón.  Desde muy temprana edad  participó activamente como aprendiz, lo que le llevó a ser consciente de la vulneravilidad de la salud y el sufrimiento de los trabajadores, que con pocos medios económicos no podían costearse la sanidad. Esta inquietud por el sufrimiento de las personas y unido a una constitución excesivamente sensible, le llevó a interesarse por el estudio de la medicina, aunque su espiritualidad le acercó a la teología. 
Ejerció durante años como médico alopático y se especializó en bacteriología e inmunología, pero no satisfecho con los resultados, su constante inquietud le llevo a interesarse por la Homeopatía, y no cesó su búsqueda hasta conseguir un método más eficaz y menos costoso.
A la edad de 31 años le detectaron un tumor maligno en el bazo,  su esperanza de vida fue estimada  en tres meses. Su fortaleza de espíritu y su fuerte determinación en proseguir con sus investigaciones, permitieron su recuperación total.
En el transcurso de 1918, comienza su acercamiento a la homeopatía, ya que prestó sus servicios en el Hospital Homeopático de Londres. En seguida se identificó con las ideas y conceptos de Samuel Hahnemann, el precursor de la Homeopatía, en su libro “Organon del Arte de Curar”, sobre todo, en lo referente al concepto de enfermedad y su tratamiento por medios suaves y naturales. Tambien comprueba la similitud de la psora definida por Hahnemann como el terreno origen de todas las enfermedades y su teoría sobre la intoxicación intestinal como precursora de enfermedades.
Sobre esta base de la homeopatía y sus conocimientos en el campo de la inmunología y la bacteriología desarrollará primeramente unos nosodes homeopáticos que también llevarán su nombre (Nosodías de Bach). De su trabajo en el campo comienza a desarrollar las bases de lo que será un nuevo método curativo, las esencias y los elixires florales, ya que establece una relación entre cada grupo de bacterias y la actitud de personalidad anímica del paciente que la padece, cobrando importancia este síntoma anímico con respecto a los síntomas puramente físicos que ya apuntó en su día el creador de la homeopatía.

Entre los años 1920 y 1928 trabaja en su propio consultorio en Harley Street y mantiene una estrecha colaboración con otros reconocidos homeópatas. Pero su permanente inquietud por hallar un método que utilice sustancias lo más naturales y sencillas posibles lo llevan a seguir con sus investigaciones. Intuye que hay pacientes que manifiestan un rechazo inconsciente ante el origen de algunas cepas homeopáticas (en algunos casos se trata de excreciones de enfermos infectados por la misma enfermedad) y esto es en algunos casos un obstáculo para la curación del enfermo. Comienza a experimentar con nuevas sustancias, plantas que tienen una misma frecuencia vibracional que las nosodias que el mismo ha descubierto, pero los primeros intentos no son lo que esperaba, ya que no tuvo en cuenta la distinta polaridad del preparado homeopático y el floral. Las nosodias tienen una polaridad negativa y los primeros elixires florales tienen polaridad positiva.

A la edad de 42 años, decide vender su consultorio en Londres, y su laboratorio para volver a su lugar de nacimiento, una comarca rural e intacta donde avanzaría en la obtención de los remedios. Con el dinero que obtuvo pudo dedicarse por entero a la investigación. En un arranque de alegría ante lo nuevo que quería desarrollar, destruye todo el material, archivos y escritos sobre sus investigaciones, ya que lo considera un trabajo previo al verdadero trabajo que ahora empieza en la campiña galesa.   

Descubre un nuevo método de preparación y potenciación, el método solar, y los primeros nueve remedios. Establece su filosofía sobre salud, enfermedad y curación que plasma en su escrito “Cúrate tú mismo”, realizado en un lenguaje sencillo y de fácil acceso para los profanos en el mundo de la medicina. Tiene como ayudante a Nora Weeks que será su fiel colaboradora y heredera de sus conocimientos.

Trata de forma gratuita a pacientes y obtiene unos excelentes resultados. También envían a sus colegas homeópatas elixires para que estos experimenten con los nuevos remedios. Descubre nuevas plantas y escribe en los mismos términos que el anterior, “Libérate a ti mismo”.

Ante su forma de pensar y actuar, que hace de este nuevo método una eficaz herramienta de fácil aplicación a cualquier persona sin titulación médica, (éste era desde el principio su deseo expreso) y dado que él mismo tiene colaboradores no titulados, el Colegio de Médicos le advierte muy seriamente sobre su exclusión de la autorización para ejercer la medicina.

Pero lejos de frenar a Bach, que se ratifica y vanagloria de esta situación, ya que supone la confirmación de que su método es tan sencillo e inocuo que puede ser utilizado por cualquier persona independientemente de su formación previa en medicina. Continúa con sus investigaciones y aplicaciones cada vez con más éxito y a estas alturas tiene desarrollada una sensibilidad especial para el descubrimiento de nuevas plantas.

Pone a disposición de las farmacias los elíxires experimentados con la finalidad de que éstas puedan expedir los remedios a un precio insignificante, solo cubriendo los gastos de la propia farmacia en la distribución y hace así su sueño realidad, ya que se trata de un sistema accesible a toda persona, tenga o no recursos.

Se traslada de nuevo y se establece en Sotwell, una pequeña localidad donde también crecen las plantas descubiertas hasta entonces. Aquí su sensibilidad es extrema, hasta tal punto que entra en un estado de ánimo negativo y llevado por la intuición encuentra la planta correspondiente que tras la preparación y posterior toma del remedio le hace desaparecer en unas horas el estado de ánimo negativo. Entre 1934 y 1935 descubre los últimos remedios y la combinación conocida como “Rescate”, quedando así completo su sistema, junto con la técnica de cocción utilizada para la obtención de alguno de ellos.


Da por finalizada  la etapa de investigación y comienza a dar a conocer al público su método, desplazándose para dar  conferencias. El 27 de Noviembre de 1936, muere mientras dormía por una parada cardíaca.

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