“El conocimiento de la verdad también nos proporciona la
certeza de que, por muy trágicos que puedan parecer algunos eventos del mundo, sólo
constituyen una etapa temporaria en la evolución del Hombre. Incluso la
enfermedad es en esencia beneficiosa y se presenta bajo el control de ciertas
leyes establecida para ocasionar finalmente el bien, ejerciendo una presión
continua hacia la perfección.” Edward Bach.
Dr. Edward Bach
(1886-1936)
Nació el 24 de Septiembre de 1886 en
Moseley, Birmingham, en una familia de origen galés que dirigía una fundición
de latón. Desde muy temprana edad participó activamente como aprendiz, lo que
le llevó a ser consciente de la vulneravilidad de la salud y el sufrimiento de
los trabajadores, que con pocos medios económicos no podían costearse la
sanidad. Esta inquietud por el sufrimiento de las personas y unido a una
constitución excesivamente sensible, le llevó a interesarse por el estudio de
la medicina, aunque su espiritualidad le acercó a la teología.
Ejerció durante años como médico
alopático y se especializó en bacteriología e inmunología, pero no satisfecho
con los resultados, su constante inquietud le llevo a interesarse por la Homeopatía , y no cesó
su búsqueda hasta conseguir un método más eficaz y menos costoso.
A la edad de 31 años le detectaron un
tumor maligno en el bazo, su esperanza
de vida fue estimada en tres meses. Su
fortaleza de espíritu y su fuerte determinación en proseguir con sus
investigaciones, permitieron su recuperación total.
En el transcurso de 1918, comienza su
acercamiento a la homeopatía, ya que prestó sus servicios en el Hospital
Homeopático de Londres. En seguida se identificó con las ideas y conceptos de
Samuel Hahnemann, el precursor de la Homeopatía , en su libro “Organon del Arte de
Curar”, sobre todo, en lo referente al concepto de enfermedad y su tratamiento
por medios suaves y naturales. Tambien comprueba la similitud de la psora
definida por Hahnemann como el terreno origen de todas las enfermedades y su
teoría sobre la intoxicación intestinal como precursora de enfermedades.
Sobre esta base de la homeopatía y sus
conocimientos en el campo de la inmunología y la bacteriología desarrollará
primeramente unos nosodes homeopáticos que también llevarán su nombre (Nosodías
de Bach). De su trabajo en el campo comienza a desarrollar las bases de lo que
será un nuevo método curativo, las esencias y los elixires florales, ya que establece
una relación entre cada grupo de bacterias y la actitud de personalidad anímica
del paciente que la padece, cobrando importancia este síntoma anímico con
respecto a los síntomas puramente físicos que ya apuntó en su día el creador de
la homeopatía.
Entre los años 1920 y 1928 trabaja en su
propio consultorio en Harley Street y mantiene una estrecha colaboración con
otros reconocidos homeópatas. Pero su permanente inquietud por hallar un método
que utilice sustancias lo más naturales y sencillas posibles lo llevan a seguir
con sus investigaciones. Intuye que hay pacientes que manifiestan un rechazo
inconsciente ante el origen de algunas cepas homeopáticas (en algunos casos se
trata de excreciones de enfermos infectados por la misma enfermedad) y esto es
en algunos casos un obstáculo para la curación del enfermo. Comienza a
experimentar con nuevas sustancias, plantas que tienen una misma frecuencia
vibracional que las nosodias que el mismo ha descubierto, pero los primeros
intentos no son lo que esperaba, ya que no tuvo en cuenta la distinta
polaridad del preparado homeopático y el floral. Las nosodias tienen una
polaridad negativa y los primeros elixires florales tienen polaridad positiva.
A la edad de 42 años, decide vender su consultorio en Londres,
y su laboratorio para volver a su lugar de nacimiento, una comarca rural e
intacta donde avanzaría en la obtención de los remedios. Con el dinero que
obtuvo pudo dedicarse por entero a la investigación. En un arranque de alegría
ante lo nuevo que quería desarrollar, destruye todo el material, archivos y
escritos sobre sus investigaciones, ya que lo considera un trabajo previo al
verdadero trabajo que ahora empieza en la campiña galesa.
Descubre un nuevo método de preparación
y potenciación, el método solar, y los primeros nueve remedios. Establece su
filosofía sobre salud, enfermedad y curación que plasma en su escrito “Cúrate
tú mismo”, realizado en un lenguaje sencillo y de fácil acceso para los
profanos en el mundo de la medicina. Tiene como ayudante a Nora Weeks que será
su fiel colaboradora y heredera de sus conocimientos.
Trata de forma gratuita a pacientes y obtiene unos excelentes
resultados. También envían a sus colegas homeópatas elixires para que estos
experimenten con los nuevos remedios. Descubre nuevas plantas y escribe en los
mismos términos que el anterior, “Libérate a ti mismo”.
Ante su forma de pensar y actuar, que hace de este nuevo
método una eficaz herramienta de fácil aplicación a cualquier persona sin
titulación médica, (éste era desde el principio su deseo expreso) y dado
que él mismo tiene colaboradores no titulados, el Colegio de Médicos le
advierte muy seriamente sobre su exclusión de la autorización para ejercer la
medicina.
Pero lejos de frenar a Bach, que se
ratifica y vanagloria de esta situación, ya que supone la confirmación de que
su método es tan sencillo e inocuo que puede ser utilizado por cualquier
persona independientemente de su formación previa en medicina. Continúa con sus
investigaciones y aplicaciones cada vez con más éxito y a estas alturas tiene
desarrollada una sensibilidad especial para el descubrimiento de nuevas
plantas.
Pone a disposición de las farmacias los elíxires
experimentados con la finalidad de que éstas puedan expedir los remedios a un
precio insignificante, solo cubriendo los gastos de la propia farmacia en la
distribución y hace así su sueño realidad, ya que se trata de un sistema
accesible a toda persona, tenga o no recursos.
Se traslada de nuevo y se establece en
Sotwell, una pequeña localidad donde también crecen las plantas descubiertas
hasta entonces. Aquí su sensibilidad es extrema, hasta tal punto que entra en
un estado de ánimo negativo y llevado por la intuición encuentra la planta
correspondiente que tras la preparación y posterior toma del remedio le hace
desaparecer en unas horas el estado de ánimo negativo. Entre 1934 y 1935
descubre los últimos remedios y la combinación conocida como “Rescate”,
quedando así completo su sistema, junto con la técnica de cocción utilizada para
la obtención de alguno de ellos.
Da por finalizada la etapa de investigación y comienza a dar a
conocer al público su método, desplazándose para dar conferencias. El 27 de Noviembre de 1936,
muere mientras dormía por una parada cardíaca.